Metafóricamente, construir puentes equivale a crear nuevas oportunidades, conexiones y caminos. Los primeros puentes posiblemente surgieron de forma natural con la caída de troncos sobre ríos o depresiones naturales, y el ser humano ha estado construyendo estructuras rudimentarias para superar obstáculos desde la prehistoria. Los avances tecnológicos han hecho posible la construcción de puentes impresionantes y esculturales, que juegan un papel clave en la conectividad. Ya que habitualmente necesitan superar grandes vanos, con pocas posibilidades de soporte, estructurarlos no es una tarea tan sencilla. Sin embargo, ¿qué pasa cuándo, más que una conexión entre dos puntos, el puente es también un edificio con un programa complejo? ¿Cómo se puede estructurar?
Antes del uso generalizado del acero u otros materiales resistentes a la tracción, las estructuras arqueadas fueron las protagonistas para la construcción de puentes. Cruzando el río Meles en Turquía, el Puente de la Caravana es la estructura arqueada más antigua que se conoce, del 850 a.C. En Florencia, sobre el río Arno, el Ponte Vecchio (Puente Viejo) llama la atención en medio del paisaje urbano. Se estima que fue reconstruido en 1345, luego de que su anterior estructura de madera fuera destruida por las inundaciones. La estructura, con tres grandes arcos de piedra, destaca por tener varias tiendas y pintorescos edificios sobre ella, como una calle sobre el agua.
Existen varios casos en los que, por opción de diseño o por restricciones del terreno, los edificios deben desarrollarse como grandes puentes. Un proyecto muy icónico de la arquitectura argentina moderna utiliza esta solución. En la Casa del Arroyo de Amancio Williams, un arco de hormigón une las dos orillas del arroyo, trabajando en paralelo con la losa del piso principal a través de los muros verticales y vigas que materializan la galería que rodea todo el volumen.
En el Bridge-Pavilion, proyecto de SpaceStation, el sistema de estructura es mixto. A ambos lados, pilares de hormigón de 1.2 m x 2.5 m de sección soportan una viga de 0.6 m de ancho y 2.2 m de altura, cuyo núcleo principal es de acero en sección H envuelto en hormigón armado. A ambos lados, aparecen una serie de vigas secundarias perpendiculares a la principal. El piso está suspendido sobre las vigas secundarias a través de las columnas de acero tensado. Para equilibrar el momento de flexión en el medio de la viga principal, se ubica una fila de columnas de tracción en ambos lados exteriores de las columnas.
Generalmente, en los proyectos contemporáneos, el acero es uno de los materiales más utilizados para superar los grandes vanos y generar las estructuras de los edificios puentes. En The Twist Museum de BIG, el atrevido volumen retorcido del museo está estructurado como grandes armaduras espaciales. «La geometría de doble curvatura del museo está formada por paneles de aluminio rectos de 40 cm de ancho, dispuestos como una pila de libros, desplazados ligeramente en un movimiento de abanico».
En el diseño de la Casa Puente de Max Pritchard Architect, una estructura muy delgada se posa sobre el terreno. Según los arquitectos, «Una curva en el arroyo invernal que divide la propiedad, crea un pozo profundo delimitado por un banco rocoso alto. Dos armaduras de acero, que forman la estructura principal, fueron fabricadas fuera del sitio y erigidas por dos hombres y una grúa en dos días. Luego se anclaron a cuatro pequeños pilares de hormigón, colocados a ambos lados del arroyo. Extendiéndose entre las cerchas, se ubica una losa de concreto sobre una plataforma de acero con una capa de aislamiento rígido».
La oficina portuguesa Menos é Mais Arquitectos implementó un hotel rural en un terreno desafiante. La topografía escarpada y con un arroyo estacional que corre por debajo del edificio, obligó al edificio a cubrir luces considerables. «Quince módulos con una dimensión de 6.60 x 3.30 metros generan el contenedor de los espacios necesarios para su funcionalidad y confort interior. Debajo, soportando toda la construcción en madera, se encuentra un chasis metálico que descansa sobre dos ‘pilares’ que se extienden en un tramo de 13 metros en el centro y dos consolas simétricas de 6.60 metros a cada lado. Estos pilares, con espacio en el interior, albergan todas las áreas técnicas y de servicio necesarias».
La combinación de robustas estructuras de acero para superar los vanos más grandes y estructuras de madera para el resto del edificio es una solución también utilizada en el diseño de BIO-arquitectos. Sobre dos grandes vigas metálicas, la casa se estructura en madera con cerchas hasta el techo, erigiendo un volumen simple a dos aguas.
En Bridge House, proyecto de LLAMA urban design, la madera y el acero trabajan de forma más integrada. «La casa está suspendida en una estructura de glulam en forma de V invertida que también soporta las escaleras externas, conectando el área social interna con la cubierta del techo. El conjunto produce una sensación de ligereza que enmarca el paisaje desde el interior, permitiendo que el exterior pase a través de la casa».
Kengo Kuma, siempre aportando un aspecto innovador, forma una estructura en voladizo a partir de una infinidad de pequeñas piezas de madera. El proyecto del Museo del Puente de Madera de Yusuhara está inspirado en la arquitectura tradicional de China y Japón, y demuestra que también se pueden lograr grandes luces sin grandes materiales y estructuras pesadas.
Edificios como éstos desafían a arquitectos e ingenieros a encontrar buenas soluciones específicas para cada contexto y cumplir con todos los requisitos ambientales y programáticos. Son diseños exclusivos para cada sitio, que muestran todo el ingenio de las resoluciones constructivas.